Produccion creativa
bobby
Había una vez un chico llamado Mateo con tan solo 10 años de edad que vivía en Las Lomas con su padre, su madre y su hermana. Mateo no tenía amigos, porque él era muy tímido y cerrado. Por eso la mayoría del tiempo se la pasaba en el cuarto encerrado hablando con su amigo imaginario Bobby.
Un sábado por la mañana Fernando su padre lo levantó rápidamente y le dijo que la madre lo quería ver, en ese momento recibió la peor noticia de su vida, se enteró que su mama contenía una enfermedad terminal como lo es el cáncer y específicamente en los pulmones. Sin embargo, el deseo de ella para con su hijo era que hiciera amigos y así dejar de lado, su fantasía con el espeluznante monstro, que un día logro verlo entusiasmado con aquel mismo que no tenía vida alguna, lo que le causó un gran susto y escalofríos.
Poco tiempo después la salud de Ivana empeoró a tal punto de no poder seguir en el mundo de los vivos, con lo cual debió seguir su vida junto a su hermana pequeña Catalina y su padre, que en ese momento de gran triste se vio aferrado a él como nunca. Luego de llegar del funeral de su madre, la pequeña sintió la inquietud por comentar aquel secreto que solo sabía su querida madre; tal misterio consistía en que ella podía escuchar lo que decía el “monstro”, la reacción de su padre fue sorpresiva y temerosa por la magnitud de tal , así mismo le preguntó que le había dicho su madre en aquel instante, lo cual ella entre llanto le digo que su mama sabía el origen de esa cosa.
Mateo se encontraba en su pieza como usualmente hacía, y de pronto apareció su hermanita donde le comentó que su amigo Bobby no era lo que realmente él pensaba, pero ante eso creyó de que estaba diciendo una gran barbaridad. Ese mismo día, le preguntó a Bobby si le podía hacer el favor de contactar a su mamá, ya que una vez él le había manifestado que tenía la habilidad de dialogar con los muertos. El padre se enteró que su hijo se contactaría con su esposa, pero al él le parecía una idea horrible ya que no sabía, ni se imaginaba lo que podía acarrear del otro mundo. Sin embargo, el consejo de papa no sirvió de nada, por lo que mantuvo ese pensamiento.
Bobby confirmó hacerle ese favor a mateo, por lo tanto una noche mientras dormía como un angelito se despertó porque Bobby le tocaba la mano y le decía que cerrará los ojo y contara hasta tres, cuando abrió los ojos se encontró en un lugar oscuro, donde se oían voces y gritos, de manera repentina se encuentró con la madre y le dijo que porque se estaba en este lugar, inmediatamente pensó que su hijo había muerto , pero él le explico todo. En el momento del relato le dije que Bobby me había traído; al interrumpirme ella me conto porque no quería que estuviera con él, a lo cual acompaño que en su infancia tuvo el agrado de conocer a los padre de Bobby, con lo que continuó diciendo que un dia al estar jugando con el mismo que por cierto era en su casa se quedó dormido, y al cabo de pocos minutos comienzo a salir humo de la cocina, en la que rápidamente todos salimos menos Bobby por lo que le trajo consecuencia muy graves y al poco tiempo murió, antes de su partida le había comentado que sentía una gran decepción por parte de mi madre ivanna al no poder ayudarlo en ese triste momento. Era tanto el odio y desilusión de su amigo que eso se convirtió en venganza, que terminaba en la muerte de sus futuros hijos.
Al contarme tal historia me quedé helado, Salí corriendo y me tope a Bobby, quien me representó su situación en ese día que mi mama nunca pudo olvidar, ahí se encontraba todo quemado y pidiendo solamente auxilio; pude comprender recién ahí que todo tenía sentido alguno, ya que él todas las veces que jugábamos siempre hacia hincapié en el tema de la amistad, a raíz de eso solo me salió el impulso de querer apagar esas llamas que solo eran algo irreal, pero aun así tuve la iniciativa de hacerlo.
A los minutos sin saber más nada, volví a mi mundo y en un susurro calmo y pacificó mi madre me habló diciendo “ tu pudiste hacer lo que yo nunca pude, jamás dejes de ayudar a quien te necesite, todos en algún momento y por distintas circunstancia requerimos una mano”, ante ese sonido celestial, en el mismo instante abrasé a mi padre, que estaba al lado de mi cama como todas las noche y no volví a ver a Bobby de nuevo , por lo que pensé de que él no era un mostró, sino al contrario un Ángel que se había perdido en camino, y gracias a la amistad verdadera pudo encontrar su lugar.